martes, 14 de enero de 2014

Cuando San Juan de Lurigancho respiró poesía

Son pocas las tardes en las que uno puede respirar poesía. El sábado 11 de enero lo hicimos en San Juan de Lurigancho gracias a la iniciativa del poeta y escritor, Carlos Villa Valle. Fue un día para la literatura del distrito. Tremendas sorpresas. En especial por la participación de Naomi Águeda Villacorta Huamán, una niña de apenas 9 años que ya recitaba versos de su propia autoría.

Sin duda hubo grandes de la poesía, gente con trayectoria que iluminó la reunión como Cláver Narro Culque, con su poemario “El Vuelo de la Gaviota”, Miguel Blásica Soto, Juan Benavente, director y promotor de los Viernes Literarios. Alida Chauca Nolasco, Juan Carlos Durán, William Gonzales Pérez, Arturo Vásquez Escobar, Juan Villena Zárate, Feliciano Mejía, Orlando Ordóñez Santos, Carlos Mejía Cáceres, entre otros.

 “Fecunda labor”, decía Gonzales Prada. “Las canciones del poeta regocijan y nutren el alma". Cuánta falta hacía un evento como este que reunió a poetas, artistas y escritores vecinos en el auditorio del colegio privado UNI. Su director, Víctor Almonacid, consciente de esa necesidad, viene trabajando proyectos que contribuyen al desarrollo cultural de SJL. Ha prometido un café literario. La semana de actividades por el 47° Aniversario de San Juan de Lurigancho fue la gran oportunidad.

Quienes no pudieron ir se perdieron el magistral monólogo “El duelo de la Cañada”, de Ángel Israel Barrós Vargas, y la declamación poética de Juan Flores Arrascue -tremenda presentación-. Ambos invitados que sorprendieron la sala abarrotada de asistentes. Estuvo Rosa Luz, la cantante criolla conocida como “La Voz Morena del Perú” deleitando con temas de su repertorio. Como no mencionar a la joven adolescente Fátima Monterrosa, de 16 años, quien también ya tiene adelantado los capítulos de su libro a publicar.

La iniciativa para reunir a los poetas, escritores y artistas de San Juan de Lurigancho fue un éxito. Por eso la tarde se extendió tanto que no bastaron las horas programadas para los versos. Y hay que decirlo. El talento de escribir, de producir arte, de ser mejores cada vez a través de la literatura está vivo, a punto de volar; hagamos que eso suceda. 

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