La Crónica. El presidente del
Anexo 22 de la Comunidad Campesina de Jicamarca, Germán Cárdenas León, aclaró
que son falsas las afirmaciones que lo acusan de mantener una relación con
delincuentes dedicados a la extorsión y al tráfico de terrenos en esa zona del
cono este de la capital.
Negó
asimismo que haya existido un clan familiar de traficantes de terrenos, tal
como lo afirmaron fuentes de la Policía. Dijo que tienen los títulos de
propiedad de los terrenos del anexo 22 y no necesitan dedicarse a actividades
ilícitas.
Cárdenas negó además la participación de su hijo en alguna actividad ilegal y
menos en el crimen de Carlos Burgos Gonzales (hijo del alcalde de San Juan de
Lurigancho) ocurrido hace dos semanas. Resaltó las obras realizadas como
hospitales, pistas y colegios en esa comunidad.
LC/La
Primera
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